“¿Qué es un fantasma? Un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez? Un instante de dolor quizá. Algo muerto que parece por momentos vivo aún. Un sentimiento suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa, como un instante atrapado en ámbar”. -Principio de “El espinazo del diablo”
Uno de mis directores favoritos aún antes de que me interesaba con películas españolas ha sido Guillermo del Toro. Antes de su gran oportunidad con El laberinto del fauno en 2006 (y más recientemente con La forma del agua en 2017), él era más conocido por sus películas de terror. El espinazo del diablo (The Devil’s Backbone) es una de sus películas más personales, no sólo porque siguió el desastre absoluto del rodaje de Mimic, sino porque el guión se construye de sus temas centrales de un cineasta. Esta película de terror gótico de 2001 explora la naturaleza de los fantasmas y la repetición.
La película se encuentra en España en el año 1939 durante los años finales de la guerra civil española en un orfanato en las afueras de un pueblo. El protagonista es el niño huérfano Carlos de quien padre murió luchando en el contra a las fuerzas nacionalistas fascistas y Francisco Franco. La directora quien ha perdido la pierna al enfrentamiento, Carmen, y el doctor Casares, el doctor del orfanato, están escondiendo en secreto un gran alijo de oro por los republicanos. Carlos pronto empieza a ver visiones evocadores de un niño llamado Santi quien murió la noche mismo cuando una bomba que dejó caer en el orfanato, pero no explotó (aunque se dice que todavía se puede oír tictac). Sus problemas son complicados más cuando se entera del cuidador sádico del orfanato, Jacinto, está conspirando para robar el oro y hará cualquier cosa para conseguirlo.
Una cosa que ha existido para todo la carrera de Del Toro ha sido su habilidad para mezclar el fantástico con la realidad brutal. La película es definido por los fantasmas literal y metafórico que están dentro y fuera del orfanato. Por los que no saben la historia de Hispania, los republicanos perdieron. Todos que están atado al destino de la causa de los republicanos, ya sea como huérfano de un soldado caído o sus cuidadores. Es establecido ser una tragedia desde el principio. Además de estos grilletes, cada personaje es embrujado por algo que les mantiene atado en sus curso en la vida. Cuando está viendo la película, quiero que se preguntes: ¿Que está rondando este personaje? ¿Qué están rondando? ¿Es el exorcismo posible en un nivel personal o nacional o se es condenado a repetirse de nuevo?
Además de las escritura y dirección buenas del Toro, mi aspecto favorito de la película es el plató. La escuela vieja está encallada en el desierto para un escenario personal y claustrofóbico; perfectamente para drama y terror. La pieza fija más prominente en la película es la bomba desactivada que ronda el patio, recordando constantemente al espectador del conflicto amplio. El reparto también fue muy efectivo y eludió muchos de los problemas que siguen con actores niños. El rendimiento de Eduardo Noriega hizo a Jacinto especialmente amenazante. Mientras el presupuesto era sólo 4.5 millón; el director, los actores, el equipo de producción dieron claramente mucho sangre (¿falso?), sudor, y lágrimas en este proyecto.
Si le interesa en el horror o el realismo mágico, recomiendo encarecidamente esta película. Un gran película seguirlo es El laberinto del fauno, el cual se encuentra hace cinco años después de la guerra durante el régimen de Francisco Franco y repasa muchos de las mismas temas, sino con un ambiente fantástico y una poca más esperanza. Sí historias de miedo no te asustan, recuerda: ¿Quién necesita fantasmas si tienes otras personas?
Para más información en la película, vea este artículo exhaustivo de Cinephilia & Beyond.